domingo, febrero 13, 2011

El desafio del amor verdadero


Cuando pensamos en casarnos, muchas veces olvidamos que se trata de compartir toda una vida con alguien. Un conjunto de virtudes y defectos: algunos conocidos y esperando por darse a conocer. Pero pocos recordamos que la convivencia es algo que con el tiempo se hace más duro. La costumbre tiende a opacarnos la vista y olvidamos VER a esa persona que esta a nuestro lado.

Hace poco comencé esta aventura con mi mejor amigo, un hombre maravilloso que veía por mis ojos y que su mayor interés era desvivirse por evitar que alguna lagrima saliera de mis ojos.

Ni el ni yo pensamos nunca que derramaría lágrimas por su culpa luego de dar el sí ante los ojos de Dios, y mucho menos que éstas serían motivadas por la falta de todas esas cosas que se desvivía por hacer mientras eramos amigos y guardaba sus sentimientos, esperando el momento indicado para demostrarme todo su amor.

Apenas tenemos 4 meses de matrimonio y el mundo nos ha cambiado de una forma inimaginable. De tantas heridas el odio se apropió de mi corazón, las lágrimas derramadas lo han secado y todo esto ha contribuido a convertirlo en una filosa piedra.

Hoy he decidido aceptar el desafio de enamorarme de mi esposo y no vivir en el pasado, anhelando el amor de mi mejor amigo.

LECTURA PARA HOY (1 corintios 13:)
El amor verdadero
Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada!Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios sea capaz de mover montañas.
Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás.
El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.
El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
Sólo el amor vive para siempre. Llegará el día en que ya nadie hable de parte de Dios, ni se hable en idiomas extraños, ni sea necesario conocer los planes secretos de Dios. Las profecías, y todo lo que ahora conocemos, es imperfecto. Cuando llegue lo que es perfecto, todo lo demás se acabará.
Alguna vez fui niño. Y mi modo de hablar, mi modo de entender las cosas, y mi manera de pensar eran los de un niño. Pero ahora soy una persona adulta, y todo eso lo he dejado atrás. Ahora conocemos a Dios de manera no muy clara, como cuando vemos nuestra imagen reflejada en un espejo a oscuras. Pero, cuando todo sea perfecto, veremos a Dios cara a cara. Ahora lo conozco de manera imperfecta; pero cuando todo sea perfecto, podré conocerlo tan bien como él me conoce a mí.
Hay tres cosas que son permanentes: la confianza en Dios, la seguridad de que él cumplirá sus promesas, y el amor. De estas tres cosas, la más importante es el amor.
 Analiza qué de estas cosas haces por tu pareja y trabaja en fortalecer aquellas en las que fallas.

RENUNCIA A SATISFACER LOS DESEOS DE TU CORAZÓN
Y TRABAJA EN CUIDAR EL CORAZÓN DE TU PAREJA
(lucas 6:45, proverbios 4:23)
martes, febrero 08, 2011

he decidido volver a escribir

Es justo y necesario desahogarme,
tantos demonios acechando en mi interior.
Tantas dudas,
promesas rotas y un corazón en mil pedazos...


Siendo una frágil alondra me vestí de águila fuerte
y decidida salí a conquistar el mundo,

ocultando mi interior descubriste la fragilidad en mis ojos,
y al llegar el cansancio,
en la búsqueda de un nido
donde guardar este corazón lejos de bestias salvajes
me cautivaste y dormité en tus brazos.
Mientras embelesabas mi corazón con canciones de amor,
partiste con mi tesoro en tus brazos,
con mi paz desvaneciendose con el viento
y el sol ocultándose tras el horizonte.

Puedes quedarte con mi corazón,
pero sin paz no soy nada,
tráela de regreso a mi alma