miércoles, diciembre 08, 2004

confieso haberme convertido en lo que no toleraba!

Alguien me dijo una vez, existen personas que odian tanto algo que terminan imitando su comportamiento.

Hay tantas cosas que no me agradan y a las que no quiero parecerme que trato de mantenerlas cerca para recordarme a donde no quiero llegar o a qué no me quiero parecer, probablemente sea errado este comportamiento pero no se de que otra forma podría actuar.

Quizá esté mal en mi decirlo, pero me considero una persona de alma y corazón puro aún sin conocimiento pleno del bien y el mal, a diferencia de otros ciertamente aún creo que puedo estar en un lugar tranquilamente sin contaminarme con su mala energía, pero también pienso que si esta energía es fuerte puede no convertirme pero si acabarme y es aquí cuando reconozco que necesito recargar y emigrar por un tiempo.

Actualmente me encuentro en una situación muy confusa, mi lógica se encuentra nublada y la poca voluntad que tengo para las cosas se ve comprometida con mi corazón empeñandose en seguir comprometiéndome aún más en algo que probablemente no tenga futuro...

Cuánto diera por conocer el corazón de las personas; no me importa tanto saber lo que piensan, prefiero conocer lo que guardan profundamente en su corazón, eso sería un buen indicio para mi si son de fiar o no...

Quisiera dar la bienvenida al amor en mi vida, que todos se enteren que ha llegado mientras lo anuncio con bombos y platillos, quiero compartir un helado y una inocente mirada cómplice enamorada, quiero reir al sentir su presencia y que ir juntos al parque sea la más agradable experiencia

Quiero un principe caballero, para esta princesa que se fugó del castillo huyendo del hipócrita formalismo cuadriculado

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Como que los románticos incurables estamos condenados a que nos rompan el corazón una y mil veces. Bueno, hasta que algún día dejarán de hacerlo. Ojalá ese día te llegue pronto.