martes, noviembre 30, 2004

...confieso que soy una Princesa Abandonada

Morir y renacer como el fénix, en esto consiste mi vida!

Hoy es un día en el que no quisiera hablar de las cosas que mi corazón podría mostrar, porque todo está tan confuso.

Días como los que he vivido esta semana, me hacen pensar que todas las personas en cierta forma utlizan máscaras para adornar lo que realmente son, y todo esto con el único fin de acercarse a alguien. No creo ser la reina del Nilo a la que todos adoran y quieren servir -aunque en el fondo me gustaría- pero si es cierto que siempre he sido alguien que puede tener algo que los otros desean conseguir...

Decidí dejar caer las armaduras y mostrarme tal como soy, pero tal parece que fue una mala decisión porque siento que los golpes que he recibido son tan fuertes que no creo que pueda soportarlos, me siento tan débil y manipulable que no se como puedo ser motivo de admiración para algunas personas.

Alguien dijo alguna vez que los sentimientos nos hacen débiles y pienso que tiene razón, durante una época decidí no sentir nada por nadie y podía hacer grandes cosas, pero realmente lo único que hacía era huir cuando consideraba que mi decisión estaba en peligro; ahora que siento, puedo hacer maravillas gracias a la magnífica inspiración que me brindan los sentimientos, pero también es cierto que he estado a punto de morir varias veces y la verdad no se si me agrade vivir en este torbellino de emociones para siempre.

Nunca pedí un principe azul en un corcel blanco que me rescatara del castillo custodiadio por dragones, siempre supe que esos principes se desteñían con el tiempo; no era de esas princesas que exigían que quien las rescatara fuera un principe, por el contrario, me inclinaba por los caballeros sin títulos de nobleza pues la única nobleza que me interesaba era la que provenía de su corazón. Pero de tanto esperar y esperar ocurrió lo que más temía, pues de tanto desechar mis manos quedaron tan llenas de cosas para dar tapando así mi vista, por esta razón ya no tenía forma de ver a los ojos de aquellos que venían gustosos a livianar mi carga... y así me quedé, con las manos llenas y el corazón vacío.

Alondra de Dupont

2 comentarios:

Alvaro Rolando dijo...

HOLA ALONDRA, POR FIN TENGO ALGO DE TIEMPO Y HE DECIDIDO RECORRER MOMENTOS Y PENSAMIENTOS EN TU BLOG INICIAL...

ME PARECE HERMOSO ESTE POST, CREO QUE ES CIERTO LO QUE DICES, LAS PERSONAS NOS ADORNAMOS A LA HORA DE LA CONQUISTA, A LA HORA DE QUERER IMPACTAR O ACERCARNOS A ALGUIEN, PERO CON EL TIEMPO LA VERDADERA PERSONA SE VA MOSTRANDO, Y A VECES, ESTO ES PARA DECEPCIONES, OTRAS ES PARA HACER UN PRINCIPIO DE REALIDAD SANO E INCREMENTAR UN SENTIMIENTO.

LA ETERNA TENSIÓN ENTRE RAZÓN Y SENTIMIENTO, A VECES NOS PONEMOS CORAZAS PARA NO SENTIR Y NOS LLEGA LA SOLEDAD, OTRAS QUITAMOS LA CORAZA PARA SENTIR Y NOS HIEREN, ES UNA ETERNA PARADOJA Y UNA LUCHA POR EL EQUILIBRIO Y EL BALANCE.

PUEDE PENSARSE QUE LOS SENTIMIENTOS NOS HACEN DÉBILES, Y HAY ALGO DE CIERTO EN ESTO, NOS HACEN FRÁGILES Y VULNERABLES, COMO LO DICES. SIN EMBARGO CREO TAMBIÉN QUE NOS HUMANIZAN TANTO, Y QUE NOS PUEDEN REGALAR MOMENTOS TAN MARAVILLOSOS Y TAN ÚNICOS...

HAS PUESTO ESTO "no se como puedo ser motivo de admiración para algunas personas", CREO QUE ES PORQUE EN VERDAD ERES DE ADMIRAR, YO LO HAGO, PUES ESBRIBES COSAS PROFUNDAS, DESDE LO MÁS INTIMO, Y SOY CAPAZ DE IDENTIFICARME EN TUS LÍNEAS, ESO ES UN DON.

UN ABRAZO FUERTE!

Anónimo dijo...

Creo que te escribí esto antes: uno no deja de ser lo que es, por más que lo intente. Los sensibles seguiremos siendo vulnerables por más escudos que nos pongamos. Así somos, qué podemos hacer?