martes, noviembre 16, 2004

...confieso que todo ha sido una mentira!

Gorgeous
No se que pensar, parece algo tonto molestarme por estas nimiedades pero es que cuando conozco a alguien me gustaría que esa persona fuera abierta y sin secretas intensiones... no se porque aveces pienso que algunas personas llevan algún propósito oculto y entonces es cuando comienza la lucha interna de si debo o no confiar en las personas.

Todo esto es por varias cosas que me han ocurrido, algunas veces las personas en las que más confio son las que me han lastimado de tal forma que me hacen pensar que nunca podría confiar nuevamente, pero también hay personas que me han hecho pensar que las cosas no son como pienso y que a pesar de todo también es posible confiar -y siempre termino confiando-

En resumen puedo decir que la mujer fuerte que todos conocen es solo una fachada para proteger a la niña sensible que llevo dentro, y que todo por lo que ven que trabajo tan duramente y algunas veces sin razón es simplemente para que esa pequeña niña se sienta tranquila, feliz y segura.

Si pudiera pedir un deseo en este instante, seria poder conocer el corazón de las personas, pero que gracia tendría vivir si ya sabes lo que puedes esperar?



AMOR INESPERADO
C.N. Chan es un importante hombre de negocios de mediana edad tan obsesionado por su trabajo que no tiene tiempo ni interés por enamorarse. La bella Bu, nacida en un pequeño pueblo de pescadores encuentra una botella vacía flotando en el agua con un mensaje que parece haber sido escrito por el hombre de sus sueños, ella viaja a Hong Kong con la esperanza de encontrarlo, Bu y C.N. Chan se conocerán y se enamoraran, el amor que Bu siente hacia Chan es sincero pero Chan cree que no podrán superar sus diferencias de edad, origen y de cultura que los separa.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

si esa es tu máxima mentira, me gust que seas una mentirosa

Anónimo dijo...

decimos que "nunca volveremos a abrirnos así" ... pero es otra mentira ... luchar contra nuestra naturaleza es una lucha perdida. Así somos y seresmos siempre, por más que tratemos de evitarlo: confiados.